Hace trece meses llevo viviendo en la ciudad de San Francisco, después de 31 años de vivir en mi amado Puerto Rico. Estos meses sin duda me han servido para crecer. He podido conocer personas extraordinarias de las cuales poco a poco se van enamorando de mi proyecto de vida, Sabe A Vino.
Sabe A Vino ha sido un proyecto que me ha permitido tocar y abrir muchas puertas. El 6 de noviembre de 2019, fue un día de esos, uno que marca tu vida. Ese día es la razón de esta columna:
En una mañana gris, llena de neblina y muy fría para este caribeño, comencé a pensar qué ponerme de ropa para la importante tarde que se avecinaba. Con mi limitada selección decidí ponerme lo mejor como me enseñaron en casa. Con la frente en alto salí a enfrentar el día con la mejor actitud. Fui a mis clases y luego me encuentro con Javier a las 5:00 p.m. en la 24 y Mission en San Francisco para abordar el tren. Llegamos a Flatiron Wines & Spirits, lugar del evento a las 5:20 p.m. La razón era conocer a nada más y nada menos que a Jancis Robinson.
Jancis Robinson es una autoridad muy reconocida a nivel mundial en el tema del vino. Sus libros son aportaciones extraordinarias. Jancis nació el 22 de abril de 1950 en Cumbria, Inglaterra. Se destaca como escritora, periodista y crítica en el mundo del vino. Comenzó su carrera como “wine writing” el 1 de diciembre de 1975 para la revista Wine & Spirit. Su carrera ha sido tan destacada que es catalogada como la crítica y periodista más respetada a nivel mundial por la revista Decanter. Lideró el proceso de crear material educativo y enciclopédico sobre el vino a nivel mundial. Algunas de sus obras más destacadas donde ha participado son: The Oxford Companion to Wine y The Word Atlas of Wine. Obras de primer orden para todos los que amamos el vino.
Volviendo al tema de nuestra llegada a Flatiron, el plan era comprar su más reciente publicación escrita, The World Atlas of Wine 8va edición, tomar su firma y tener una foto de tan importante evento. Pero una cosa es el plan y otra cosa es la realidad. La realidad fue que al llegar ya se habían acabado los libros. La emoción de la mañana descrita, se fue en un segundo. Todo el día esperando ese momento para que se hiciera sal y agua. Javier y yo nos miramos y nos dijimos: “¿Ahora qué hacemos?” No había de otra que solo saludarla y fingir una sonrisa para la foto. Al llegar a la mesa saludamos y de repente surgió una esperanza. Había un libro completamente nuevo, en su empaque sobre la mesa de Jancis. Javier y yo nos miramos de inmediato. Habíamos visto lo mismo, ese tesoro sobre la mesa. Él tomó la palabra y le dice: “nos dijeron que se acabaron los libros”. Jancis sin pensarlo estiró sus brazos, tomó el libro y no los entregó. La emoción de la mañana volvió en un segundo, pero con mucha más fuerza, una que resultaba difícil de controlar. Volví a ser feliz, compramos el libro y temblaba. Una reacción anatómica involuntaria, mi cerebro estaba claro, pero no sabía explicar la adrenalina experimentada. Volvimos a ella, nos presentamos, conversamos, me dedicó el libro y le pude dar una tarjeta. Sabe A Vino pudo estar en la misma mesa con nada más y nada menos que con Jancis Robinson. En ese momento sentía un motor 8 cilindros en mi corazón. Seguía buscando respuestas hasta que las encontré, éstas son las siguientes: Hace dos años atrás jamás imaginé que una tarjeta de negocios de Sabe A Vino llegara a las manos de tan importante autoridad, me dije, el camino andado ha sido el correcto, ha tomado gran esfuerzo, sacrificio, pero ha valido la pena.
Gracias Jancis Robinson por tan emocionante experiencia, sin lugar a dudas Sabe A Vino San Francisco y Puerto Rico.
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