En ocasiones he escuchado al consumidor preferir la elección de vinos con tapón de corcho en vez de tapa de rosca, porque le atribuyen mayor calidad al producto. Esto me lleva a aclarar que dicha presunción es incorrecta, pues no es sinónimo de calidad. Hay buenos y malos vinos con tapón de corcho, al igual que con tapa de rosca.
Les voy a aclarar aspectos básicos que deben conocer y ya puedo anticipar las preguntas que se están realizando. ¿Cómo puedo saber si un vino es bueno o malo? ¿Cómo saber elegir uno o el otro? Respondiendo a la primera pregunta, vas a saber si el vino es bueno o malo al abrirlo, al evaluarlo visualmente, olfativamente y gustativamente. También te puedes guiar por reseñas de revistas especializadas. Yo prefiero decirte que elijas la primera, experimenta.
¿Cómo elegir uno o el otro? Para responder a esta pregunta, es importante detenerme y analizar dos aspectos:
¿Qué uvas estoy eligiendo?
¿Qué persigo con el vino que elegí, tomar o dejarlo envejeciendo?
Hay uvas que permiten mayor envejecimiento en el vino y otras uvas permiten muy poco envejecimiento. Esto ocurre tanto en vinos blancos, como en vinos tintos. En los vinos tintos mencionaré algunas de las uvas más populares que permiten mayor envejecimiento: Nebbiolo, Cabernet Sauvignon, Syrah, Tannat, Merlot, Malbec y Zinfandel. En los vinos blancos Chardonnay y Riesling.
En este tipo de uvas es recomendable el uso del corcho, pues le permitirá al vino unas condiciones más idóneas para su envejecimiento. Esto es posible por la características organolépticas de la uva. En los vinos tintos lo más importante para su envejecimiento son los taninos. Ellos se encuentran mayormente en la piel gruesa de las mencionadas uvas y en los vinos blancos la acidez juega un papel fundamental. Si deseas tomar el vino tan pronto compras la botella, no es tan necesario el corcho.
Ahora bien, uvas para realizar vinos tintos o blancos que por lo general no permiten mayor envejecimiento, por tanto la tapa de rosca no es un “issue” son los: en tintos la uva Gamay y la Pinot Noir, en vinos blancos el Sauvignon Blanc y el Pinot Grigio. Esto son breves ejemplos, ya que siempre hay excepciones. La bodega y el enólogo juegan un papel muy importante, todo depende de lo que persigan como resultado final en el vino que elaboran y de su proceso de vinificación.
Lo importante y lo que persigue este escrito es no generalizar y si experimentar. Pues como he dicho antes, son tantas las uvas en el mundo y tantas las etiquetas que esto te debe llevar a la curiosidad eterna.
Comments