El 4 y 5 de marzo del 2019 me regalé de cumpleaños la oportunidad de por primera vez asistir a un evento mundial de la industria del vino en Nueva York. Era también la primera vez que visitaba la capital del mundo y que mejor que para este evento.
El VINEXPO NY reunió a productores y distribuidores de alrededor de todo el mundo. Países como Australia, Austria, Francia, España, Portugal e Italia se dieron cita para exponer sus distintos vinos ante compradores y distribuidores de Estados Unidos.
En el evento de dos días tuve la oportunidad de recibir seminarios por profesionales de alto nivel, siendo ésta una experiencia que no tiene precio. Poder dialogar e intercambiar impresiones con los expertos de las bodegas y viñedos es algo extraordinario. Se me dibuja una sonrisa el recordar las reuniones con los representantes de Portugal, Francia y España. Ese intercambio cultural donde nos podemos comunicar en un mismo idioma es algo increíble. El vino actuaba como protagonista y ayudó en ser el lenguaje universal en la actividad.
Nunca había visto tanta variedad de vinos en un mismo lugar. Impresiona la llegada, poder presenciar el Jacob K. Javits Convention Center lleno de estaciones por los distintos países y decirte “wao” estoy aquí, es sin duda un paso de avance en mi camino como emprendedor.
La degustación de sus vinos no podía faltar, los vinos españoles que se dieron cita fueron mis favoritos al igual que Francia con su Champagne. Destaco, elegancia, balance, equilibro, expresión y post gusto largo por parte de estas maravillas de la tierra de Cervantes. Como parte de seguir descubriendo lo que los artistas del vino siguen creando, pude acercarme más a los vinos veganos, orgánicos y biodinámicos. Recuerdo la conversación con una bodega de España donde el señor me hablaba con gran pasión acerca de sus creaciones guardadas en ánforas. De repente te transportas a otras épocas, unas más artesanales, donde te cautiva el romanticismo de las épocas del ayer. Esa comunicación entre generaciones y naciones sin lugar a dudas es cautivadora.
El mundo del vino más allá de glamour y de tuxedos es cultura. Recoge una práctica y una historia de más de 6,000 mil años por parte de la humanidad. Intentando llevar a la copa la síntesis de la belleza y la complejidad de la vida para el placer de todos.
Agradezco a mi amigo Luciano porque sin él esta oportunidad no hubiese sido posible.